
- No dejes la llave colocada dentro de la cerradura de forma permanente. Esto puede afectar al cilindro o el engranaje interior.
- Nunca fuerces la cerradura, cuando la llave no entre bien, no gires con fuerza. Prueba a introducirla completamente en el cilindro y girarla.
- Evita hacer presión sobre la llave al abrir la puerta. De lo contrario, puede llegar a romperse y quedar algún trozo incrustado en la mecánica interna.
- Cambia la llave cada cierto tiempo. Las llaves, como todo producto, tienen su ciclo de vida, por lo cual debes tener varias copias.
- Si has perdido las llaves, no trates de abrir con objetos extraños la puerta, contacta con un cerrajero de confianza.
- Evita el uso de lubricantes. Engrasar las puertas con aceite puede hacer que su funcionamiento empeore. Los cerrajeros profesionales recomiendan el polvo de grafito, de esta forma aumentarás la suavidad al contacto con la llave.
- Evita dar portazos, esta mala práctica puede deteriorar la cerradura más rápido de lo normal.
Coseimpa, en construcción o remodelación, es la solución”