
- Identificar el tipo de cerradura que tienes.
- Cerrojo: se utiliza principalmente como una cerradura adicional sobre un pomo o manilla.
- Manilla y Pomo: normalmente se instala en dormitorios, baños y entradas principales por lo tanto son muy fáciles de encontrar.
- Sobreponer y Embutir: son las principales opciones para puertas de hierro, rejas y portones.
- Eléctrica: se utiliza para puertas de control de acceso, como oficinas, departamentos, almacenes.
- Revisar el lado de tu puerta y su abatimiento.
- Para identificar el lado de la puerta tienes que estar por la parte de afuera. Concentra tú máxima atención en donde están colocadas las bisagras (recuerda, estando por fuera) y el modo que abate tú puerta. Sí las bisagras están del lado izquierdo de la puerta quiere decir que es izquierda, si las bisagras están del lado derecho del marco de la puerta esto quiere decir que es derecha.
- Conocer los tipos de puerta, materiales y su ancho.
- Saber el material de la puerta es indispensable, sencillamente porque de eso depende del tipo de cerradura que se requiera.
- Normalmente las cerraduras están diseñadas y hechas para un material en específico, al igual que su medida. Para anchos de puerta con un máximo de 60 mm, los pomos, manillas, cerrojos y las cerraduras de sobreponer son más limitadas, llegando a requerir un máximo de 50 mm, por ello se instalan en la mayoría de las puertas.
- En resumen, tomar en cuenta todos estos tips puede hacer que tomes una mejor decisión para elegir el tipo de cerradura que se adecúe más a tus necesidades.
Coseimpa, en construcción o remodelación, es la solución”